Hay días en los que pescar pasa a un segundo plano. Y es que en pleno deshielo, casi es más interesante dedicarse a explorar tramos o incluso ríos no habituales y que en circunstancias normales no nos acordamos de ellos o directamente elegimos otras opciones a priori más interesantes.
Y es a lo que nos dedicamos ayer sábado. Hablé con David el viernes y decidimos pescar un tramo al que no le iba a afectar el deshielo y que me quería enseñar ya desde el año pasado. La verdad es que el sitio es simplemente alucinante (a las fotos me remito….). Bastante solitario, de accesos no muy cómodos y a priori interesante….
En cuanto a la pesca, vimos y cogimos truchas. Aunque francamente, no era lo que más me interesaba ayer.